sábado, octubre 01, 2016

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 5 DE OCTUBRE DEL 2016.


Primera Lectura. Gálatas 2,1-2.7-14.

  1Después, a los catorce años, subí de nuevo a Jerusalén en compañía de Bernabé, llevándome también a Tito. 2Subí por una revelación  les expuse la buena noticia que pregono a los paganos, pero en particular, a "los respetados", para evitar que mis afanes de ahora o de entonces resulten inútiles. 
7todo lo contrario: viendo que se me ha confiado anunciar la buena noticia a los paganos (como a Pedro a los judíos, 8pues aquel que capacitó a Pedro para la misión de los judíos me capacitó también a mí para los paganos) 9y reconociendo el don que he recibido, Santiago, Pedro y Juan, los respetados como pilares, nos dieron la mano a mí y a Bernabé en señal de solidaridad, de acuerdo en que nosotros nos dedicáramos a los paganos y ellos a los judíos. 10Sólo nos pidieron que nos acordásemos de los pobres de allí, y eso en concreto lo tomé muy a pecho.
11Pero cuando Pedro fue a Antioquía tuve que encararme con él, porque se había hecho culpable. 12Antes que llegaran ciertos individuos de parte de Santiago, comía con los paganos; pero llegados aquéllos empezó a retrarerse y ponerse aparte, temiendo a los partidarios de la circuncisión.
                    13Los demás judíos se asociaron a su ficción y hasta el mismo Bernabé se dejó arrastrar con ellos a aquella farsa. 14Ahora que cuando yo vi que no andaban a derechas con la verdad del evangelio, le dije a Pedro delante de todos:
                   -Si tú, siendo judío, estás viviendo como un pagano y en nada como un judío, ¿cómo intentas forzar a los paganos a las prácticas judías?  

EXPLICACIÓN.

 La visita a Jerusalén descrita en esta perícopa se identifica probablemente por su temática con la mencionada en Hch 15, aunque hay serias dificultades para ello. En primer lugar, la mención de otra visita anterior en Hch 11,30 y 12,25 (años 46/48) y, en segundo lugar, la colocación del incidente de Antioquía (2,11ss) después del concilio de Jerusalén, hacen que armonizar los datos de Lucas con los de Pablo sea practicamente imposible.

                 Intervalo de catorce años a partir de la primera visita o, quizá, a partir de su conversión. Esta vez Pablo no va solo a Jerusalén, sino en grupo (Bernabé, Tito); no va a tratar asuntos personales. Tito, colaborador de Pablo (cf. 2 Cor 8,23) (1). El primer viaje lo hizo por propia iniciativa (1,18s); éste, en cambio, empujado por una revelación divina; ésta le avisaba del peligro que corría la misión entre los paganos y Pablo quiso evitarlo a tiempo. Primera mención de una dificultad que afecte a su misión. La solución a la dificultad podría encontrarse en el diálogo con las figuras destacadas de la comunidad de Jerusalén. Pablo expone su evangelio (la buena noticia que pregono), que sin duda, encontraba ya oposíción por parte de algunos. De hecho, Pablo no exigía a los paganos la circuncisión (3), que sometía a la Ley (cf. 5,2) (2).

Los prohombres de Jerusalén no ponen objeción a Pablo, es más, reconocen la autenticidad de su llamamiento y enseñanza, viendo en ellos el designio y la acción de Dios (6-8). Indiferencia de Pablo ante los títulos honoríficos o los rangos (6: los respetados por ser algo). Se convierten en aliados de Pablo. La común profesión de principios lleva a afirmar la unión y solidaridad entre la comunidad de origen judío y la de origen pagano. Se decide al mismo tiempo la división del campo de misión (9). Se les pide una expresión de solidaridad (10). Queda en pie una cuestión: los cristianos de origen judío, ¿están obligados a la observancia de la Ley? La neta división de los campos de actividad, ¿no commportaba una diversidad en la predicación? La comunidad de Jerusalén sigue cerrada en sí misma (6-10).

   Pablo confirma su tesis relatando un encuentro que tuvo con Pedro en Antioquía (1). Si alguien falla en la comprensión del evangelio, no es Pablo, sino los de Jerusalén. Pedro, al llegar a Antioquía, entra en plena comunión con todos los miembros de la comunidad; se sienta a la mesa con los paganos, actuando como quien está libre de las prescripciones de la Ley judía. Al llegar emisarios de Santiago, cambia la actitud de Pedro (12); por su culpa, se crea división en la comunidad; los de origen pagano, que no se atienen a las precripciones religiosas judías, aparecen como cristianos de segundo rango. Los partidarios de la circuncisión son los emisarios de Santiago, que exigen a los paganos la circuncisión y la observancia de la Ley.

                   Retroceso respecto a la entrevista de Jerusalén. Ascendiente de Santiago sobre Pedro. Éste quiere complacer a hombres (cf. 1,10). Lo mismo Bernabé (13). Interviene Pablo. Valoración negativa de la conducta de Pedro y los otros. Reproche público de ofensa pública. Denuncia de la hipocresía (14). 

Salmo. 117,1-2.


(Rom 15,11)
1 Alabad al Señor, todas las naciones, 
aclamadlo, todos los pueblos. 
2porque la lealtad del Señor
puede más que nosotros
y la fidelidad del Señor es perpetua.
EXPLICACIÓN

117 El salmo más breve del salterio. Un himno completo. Algunos han preguntado si era una antífona aplicable a otros salmos, o el esquema para un desarrollo libre. Un dato es llamativo: la motivación es nacional, "nosotros", la invitación es universal. ¿Es legítima y convincente la invitación? Pablo lo cita en Rom 15,11 para subrayar el alcance universal del mensaje evangélico. 

Evangelio. Lucas 11,1-4.

1 Una vez estaba él orando en cierto lugar; al terminar, uno de sus discípulos le pidió:
- Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.
2 Él les dijo:
- Cuando oréis, decid:
" Padre,
proclámese ese nombre tuyo,
llegue tu reinado,
3 nuestro pan del mañana dánoslo cada día
4 y perdónanos nuestros pecados,
que también nosotros perdonamos a todo deudor nuestro,
y no nos dejes ceder a la tentación".

Explicación.

Nuevo escenario (en cierto lugar); nueva temática: la oración. Contexto diferente del de Mt 6,9-15. Dos maneras de orar (paralelo en 18,9-14). Los discípulos proponen a Jesús el modelo de Juan Bautista: no comprenden el cambio (cf. 5,33). Jesús les enseña a pedir por los dos intereses principales: por la difusión del reino de Dios (objeto de la misión de la comunidad) (2) y por la comunidad misma (3s) (vse. Mt 6,9-10, teniendo en cuenta la mayor brevedad del texto de Lc). Cada día (3), realidad cotidiana del reinado de Dios en la comunidad.

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