lunes, julio 01, 2013

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 31 DE JULIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. Éxodo 34,29-35.

La gloria de Moisés (2 Cor 3-4).

29Cuando Moisés bajó del monte Sinaí llevaba las dos losas de la alianza en la mano; no sabía que tenía radiante la cara de haber hablado con el Señor. 30Pero Aarón y todos los israelitas vieron a Moisés con la cara radiante, y no se atrevieron a acercarse a él. 31Cuando Moisés los llamó, se acercaron Aarón y los jefes de la comunidad, y Moisés les comunió las órdenes que el Señor le había dado en el monte Sinaí. 33Y cuando terminó de hablar con ellos, se echó un velo por la cara.
34Cuando Moisés acudía al Señor para hablar con él, se quitaba el velo hasta la salida. Cuando salía, comunicaba a los israelitas lo que le habían mandado. 35Los israelitas veían la cara radiante, y Moisés se volvía a echar el velo por la cara, hasta que volvía a hablar con Dios.

Explicación.

34,29-35 Moisés se ha expuesto a la luminosidad esplendente, la gloria del Señor, y la luz lo ha transfigurado sin que él se de cuenta. Su rostro se ha vuelto luminoso, con luz reflejada. En esa radiación luminosa reconocen los israelitas un reflejo de la gloria del Señor. Todo lo que él dice es resonancia  de Dios, del mismo modo que su luminosidad es un reflejo de Dios. El esplendor es como un halo que enmarca el oráculo y el mediador. Ese fenómeno se repetirá, yo ya en la montaña, sino en la tienda del encuentro. Véanse Sal 34,6, invitación a toda la comunidad, y la aplicación al apóstol de 2 Cor 3,7-18; 4,1-4.
              Esta sección clausura la última bajada del Sinaí y todas las otras.

SALMO. 99,5-7.9.

5Ensalzad al Señor Dios nuestro,
postraos ante el estrado de sus pies:
Él es Santo.
6Moisés y Aarón entre sus sacerdotes,
Samuel entre los que invocan su nombre:
invocaban al Señor y él respondía.
7Dios les hablaba desde la columna de nubes;
cumplían sus órdenes y la ley que les dio. 

9Ensalzad al Señor Dios nuestro
postraos hacia su monte santo:

Santo es el Señor nuestro Dios.
Explicación.
99,5 "Estrado" puede ser el templo (Sal 132,7; 1 Cr 28,2), el monte santo (Lam 2,1), la tierra (Is 66,1).
99,6 La terna es insólita y extraña. Podemos considerar a Moisés como mediador de la ley, a Aarón como representante del sacerdocio, a Samuel como profeta. El autor los junta en el "sacerdocio". Pienso que con ello quiere subrayar su santidad o consagración, inscribiéndolos en la categoría que mejor la representa en su época. El Dios santo es accesible a la "llamada" e invocación.
99,7 La respuesta de Dios es oracular y misteriosa (cfr. Ex 24,15-18), Su contenido son las estipulaciones de la alianza, que toda la comunidad debe observar. 
 
99,9 "Dios nuestro" es título de alianza; "monte santo" sintetiza la elección de Jerusalén, lugar del templo. Allí se concentra e intensifica la manifestación de su santidad.

Trasposición cristiana.

El tema de la santidad atraviesa todo el NT. Empezamos por el padrenuestro. Después aplicamos el trisagio a la Trinidad. Al Padre (Jn 17,11; Ap 15,3s;
16,5); al Hijo (Lc 1,35; Jn 6,69); al Espíritu Santo, protagonista de Hch. En consecuencia, toda la comunidad cristiana debe ser santa y consagrada: Jn 17,19; 1 Pe 1, 5s.
 
EVANGELIO. Mateo 13,44-46.

44 Se parece el reino de Dios a un tesoro escondido en el campo; si un hombre lo encuentra, lo vuelve a esconder, y de la alegría va a vender todo lo que tiene y compra el campo aquél.
                  45 Se parece también el reino de Dios a un comerciante que buscaba perlas finas;
46 al encontrar una perla de gran valor fue a vender todo lo que tenía y la compró.

Explicación.

Parábolas  del tesoro y de la perla: el compromiso total que exige el Reino no se hace por un esfuerzo ascético de voluntad, sino por la alegría de haber descubierto un valor insospechado e incomparable. Va a vender todo lo que tiene (44.46), alusión a 5,3 (cf. 19,21).

LECTURAS DEL MARTES 30 DE JULIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. Éxodo 33,7-11; 34,5-9.28

En la tienda del encuentro (Éx 34,29-35).

33 7Moisés levantó la tienda de Dios y la plantó fuera, a distancia del campamento, y la llamó "Tienda del encuentro". El que tenía que consultar al Señor, salía fuera del campamento y se dirigía a la tienda del encuentro. 8Cuando Moisés salía en direción a la tienda, todo el pueblo se levantaba y esperaba a la entrada de sus tiendas, siguiendo con la vista a Moisés hasta que entraba en la tienda; 9en cuanto él entraba, la columna de nube bajaba y se quedaba a la entrada de la tienda, mientras el Señor hablaba con Moisés. 10Cuando el pueblo veía la columna de nube parada a la puerta de la tienda, se levantaba y se prosternaba cada uno a la entrada de su tienda.
11El Señor hablaba con Moisés cara a cara, como habla un hombre con un amigo. Después él volvía al campamento, mientras que Josué, hijo de Nun, su joven ayudante, no se apartaba de la tienda.

34 5El Señor bajó en la nube y se quedó con él allí, y Moisés pronunció el nombre del Señor.
6El Señor pasó ante él proclamando: el Señor, el Señor, el Dios compasivo y clemente, paciente, misericordioso y fiel, 7que conserva la misericordia hasta la milésima generación, que perdona culpas, delitos y pecados, aunque no deja impune y castiga la culpa de los padres en los hijos, nietos y bisnietos.
8Moisés, al momento, se inclinó y se echó por tierra. 9Y le dijo: 
-Si gozo de tu favor, venga mi Señor con nosotros, aunque seamos un pueblo testarudo; perdona nuestras culpas y pecados y tómanos como hereda tuya.
28Moisés pasó allí con el Señor cuarenta días con sus cuarenta noches: no comió pan ni bebió agua, y escribió en las losas las cláusulas del pacto, los diez mandamientos.

Explicación.

33,7 Dios se distancia sin alejarse del todo. ya no va en medio, como parte del campamento y centro de convergencia. Hay que salir para encontrarlo y consultarlo.

33,8-11 Moisés tiene acceso privilegiado, desde el primer encuentro en la montaña (34,34-35); y goza de un trato "amistoso". El pueblo es sólo testigo de signos externos, por los que reconoce que el Señor no se ha alejado del todo, antes bien acude a una cita; el pueblo asiste desde lejos con reverencia silenciosa; superando la actitud penitencial de antes. Por mediación de Moisés recibe los encargos de Dios (y en su rostro contempla la irradiación de la gloria, 34,29-35). La nuebe oculta la entrada de la tienda a la vez que declara la presencia del Señor. Josué era el guardián.

34,5b-8 Al desplazar aquí estos versos, se los hace desempeñar la función de teofanía introductoria de la alianza. Pero el texto desborda dicha función. Habla Dios mismo, pronunciando un texto litúrgico, síntesis de revelación. (Paralelos: Sal 86,15; 103,8; 145,8; Jl 2,13; Jon 1,14; Neh 9,17; etc.)
             Moisés escucha la voz de Dios, que se presenta por su nombre y enuncia sus cualidades. Al final verá un dorso que se aleja: es la revelación del misterio. Forma que elude su rostro, cercanía ofrecida en el alejarse, siempre incitante e inalcanzable. "A Dios nadie lo ha visto nunca" (Jn 1,18). Debe compararse con la lucha de Jacob (Gn 32) y la visión de Elías en el Horeb (1 Re 19): tres grandes símbolos del ansia humana por penetrar el misterio de Dios.
            El Señor describe para Moisés, para el hombre su modo de ser y actuar. No menciona aquí la omnipotencia ni la omnisciencia, tampoco la justicia. Menciona cualidades que engloban y superan la relación de alianza. Por pura misericordia accede el Señor a renovar una alianza quebrada por la otra parte. Los capítulos 19-20 necesitan estos tres versos.

34,9 La intercesión de Moisés sirve para preparar la alianza: la desea y acepta por adelantado, "tómanos como heredad tuya".



SALMO. 103,6-13.

6EI Señor hace justicia
y defiende a los oprimidos. 
7Enseñó sus caminos a Moisés
y sus hazañas a los israelitas.
8«EI Señor es compasivo y clemente,
paciente y misericordioso».
9No está siempre pleiteando
ni guarda rencor perpetuo.
10No nos trata como merecen nuestros pecados
ni nos paga según nuestras culpas.
11Pues como se eleva el cielo sobre la tierra,
así vence su misericordia a sus fieles.
12Como dista el oriente del ocaso,
así aleja de nosotros nuestros delitos.
13Como un padre se enternece con sus hijos,
así se enternece el Señor con sus fieles. 
Explicación.
 
103,6 Hace de charnela. Mirando hacia atrás, generaliza la experiencia personal; mirando adelante, sugiere la primera etapa de Moisés, la "opresión" en Egipto; en Babilonia según Jr 50,33.
103,7 Por la ley del paralelismo, los dos predicados valen para los dos sujetos: véase Ex 19,13. 8. En Ex 34,6 se presenta la fórmula como autoproclamación del Señor. Otros textos litúrgicos ofrecen con variaciones la fórmula: JI 2,13; Jon 4,2; Sal 86,15; 145,8; Neh9,17.
103,9-10 Empieza el comentario con cuatro oraciones negativas, que no niegan los verbos, sino los adverbios. Acusa y pleitea, pero no perpetuamente; paga y castiga, pero no como merecemos. A la queja de Lam 5,20, a la pregunta de Sal 77,8 responde: "no para siempre"; el doble castigo de Is 40,1 lo corrige: "no como merecemos". La medida del castigo no es el delito, porque su justicia está temperada y superada por la misericordia.
103,11-13 Las tres comparaciones ya comentadas. 
Trasposición cristiana.

 Este salmo anticipa la revelación por Jesús de la paternidad de Dios, tema central del evangelio de Juan, Puestos a escoger, recordemos el padrenuestro, la oración en la cruz (Lc 23,34), la parábola del hijo pródigo, la revelación de Mt 11,25-27; Lc 10,21 s. 
 
EVANGELIO. Mateo 13,36-43

36 Luego dejó a la multitud y se fue a la casa. Los discípulos se le acercaron a pedirle:
                   - Acláranos la parábola de la cizaña en el campo.
                   37 Él les contestó:
                   - El que siembra la buena semilla es el Hombre;
38 el campo es el mundo; la buena semilla son los ciudadanos del Reino; la cizaña son los secuaces del Malo; 
39 el enemigo que la siembra es el diablo, la cosecha es el fin de esta edad; los segadores, los ángeles.
40 Lo mismo que la cizaña se entresaca y se quema, sucederá al fin de esta edad:
41 el Hombre enviará a sus ángeles, escardarán de su reino todos los escándalos y a los que cometen la iniquidad
42 y los arrojarán al horno encendido; allí será el llanto y el rechinar de dientes.
43 Entonces los justos brillarán como el sol en el reino de su Padre.
                  Quien tenga oídos, que escuche.

EXPLICACIÓN.

36 - 43.        A solas con los discípulos. El mensaje del Reino, accesible a la humanidad entera, es el del Hombre (37), tanto en su aspecto individual (hombre nuevo) como social (sociedad nueva). La semilla no es un mensaje teórico, sino los hombres que, con su práctica, lo hacen eficaz. Los secuaces del Malo, los partidarios del poder, el prestigio y la riqueza (4,1-11). El reinado de Dios no se impone, encuentra un constante antagonismo. La mala semilla, las desviaciones existentes bajo el nombre cristiano (7,15-20); los escándalos, las ambiciones de poder (18,6-9); los que cometen la iniquidad, los que no se dedican al bien de los demás (7,21-23). El reino del Hombre (41), la etapa histórica del reinado de Dios; el reino del Padre (42), su etapa poshistórica. Los justos, los que han sido fieles a las bienaventuranzas (cf. 5,20).

LECTURAS DEL LUNES 29 DE JULIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. Éxodo 32,15-24.30-34.

Castigo.

 15Moisés se volvió y bajó del monte con las dos losas de la alianza en la mano. Las losas estaban escritas por ambos lados, por delante y por detrás; 16eran hechura de Dios y la escritura era escritura de Dios grabada en las losas.
17Al oír Josué el griterío del pueblo, dijo a Moisés:
-Se oyen gritos de guerra en el campamento.
18Contestó él:
-No es grito de victoria, no es grito de derrota, que son cantos lo que oigo.
19Al acercarse al campamento y ver el becerro y las danzas, Moisés, enfurecido, tiró las losas y las rompió al pie del monte. 20Después agarró el becerro que habían hecho, lo quemó y lo trituró hasta hacerlo polvo, que echó en agua, haciéndoselo beber a los israelitas.
21Moisés dijo a Aarón:
-¿Qué te ha hecho este pueblo para que le acarreases tan enorme pecado?
22Contestó Aarón:
23-No te irrites, señor. Sabes que este pueblo es perverso. Me dijeron: "Haznos un dios que vaya delante de nosotros, pues a ese Moisés que nos sacó de Egipto no sabemos qué le ha pasado". 24Yo les dije: "Quien tenga oro que se desprenda de él y me lo dé". Yo lo eché al fuego y salió este becerro.

Intercesión.

30 Al día siguiente Moisés dijo al pueblo:
-Habéis cometido un pecado gravísimo; pero ahora subiré al Señor a ver si puedo expiar vuestro pecado.
31Volvió, pues, Moisés al Señor y le dijo:
-Este pueblo ha cometido un pecado gravísimo haciéndose dioses de oro. 32Pero ahora, o perdonas su pecado o me borras de tu registro.
33El Señor respondió:
34-Al que haya pecado contra mí lo borraré del libro. Ahora ve y guía a tu pueblo al sitio que te dije: mi ángel irá delante de ti. Y cuando llegue el día de la cuenta, les pediré cuentas de su pecado.

Explicación.

32,15-16 Es enfática en este puesto la atribución al Señor de todo: él fabrica las losas, escribe en ellas, las entrega. Como si dijéramos en nuestra terminología: "de su puño y letra". Moisés baja cargado con una huella lapidaria del Señor.

32,17-18 La ignorancia de Josué es recurso narrativo para subrayar la información directa de Moisés.

32,19 El gesto simboliza la ruptura de la alianza.

32,20 El becerro muestra su impotencia frente a la ira de Moisés: lo que fue hecho es deshecho. y se convierte en bebida de maldición, que penetra en los cuerpos de los culpables, para denunciar la culpa y castigarla (una analogía en Nm 5,23-28). Véase una versión con variantes en Dt 9,15-21.

32,21-24 El interrogatorio de Aaron contrasta con la oración precedente de Moisés. El sacerdote culpable se desentiende del pueblo "perverso", le carga toda la culpa. Y da una versión falsa, se diría mágica, de la fabricación. Quizá contenga estos versos una polémica contra sacerdotes aarónidas.

32,30-34 La nueva intercesión se presenta como expiación. En vez de una víctima, Moisés ofrece su solidaridad. Al ser borrado del registro, es entregado a la muerte (Sal 69,29). Pero la responsabilidad es personal (según la doctrina de Ez 18): el castigo queda diferido y pendiente. A Moisés le toca continuar la gran marcha hacia la tierra prometida: cuenta con la guía del "ángel del Señor" que actuó en el paso del Mar Rojo (Éx 14,19).

30,32 Rom 9,3.

32,34 Éx 23,20.

SALMO. 106,19-23.

19En Horeb fabricaron un becerro
y adoraron un ídolo de fundición.
20Cambiaron su gloria por la imagen
de un toro que come hierba.
21Se olvidaron de Dios, su salvador,
que había hecho prodigios en Egipto,
22m ara villas en el país de Cam,
portentos junto al Mar Rojo.
23Hablaba ya de aniquilarlos;
pero Moisés, su elegido,
se plantó en la brecha frente a él
para apartar su cólera del exterminio. 

Explicación.

 
106,19-21 Cuarto pecado: el becerro de oro (Ex 32). El salmista lo atribuye al olvido: no hay tal olvido en el relato del Ex, antes una mención explícita (Ex 32,4). Cambia, además, el sentido del pecado. Según Ex era representar a Yhwh en imagen; según el salmo fue sustituir la Gloria sin imagen por la imagen de un "herbívoro" (despectivo). La intercesión de Moisés (Ex 32,11-14) la llama "ponerse a la brecha". El delito ha abierto una brecha en el campamento, en la muralla espiritual del pueblo; por ella va a abalanzarse la ira aniquiladora del Señor. Moisés se planta y cierra el paso a la cólera: véase Ez 13,5.

EVANGELIO. Juan 11,19-27 ó Lucas 10,38-42.

JUAN.

 Jesús y Marta: La resurrección y la vida (11, 18-27)

19. y muchos judíos habían ido a ver a Marta y a María para darles el pésame por el hermano.
20. Al enterarse Marta de que llegaba Jesús, le salió al encuentro (María estaba sentada en la casa).
21. Dijo Marta a Jesús:
- Señor, si hubieras estado aquí, no habría muerto mi hermano;
22. pero, incluso ahora, sé que todo lo que le pidas a Dios, Dios te lo dará.
23. Jesús le dijo:
-Tu hermano resucitará.
24. Respondió Marta:
- Ya sé que resucitará en la resurrección del último día.
25. Le dijo Jesús:
-Yo soy la resurrección y la vida; el que me presta adhesión, aunque muera, vivirá,
26. pues todo el que vive y me presta adhesión, no morirá nunca. ¿Crees esto?
27. Ella le contestó:
-Sí, Señor, yo creo firmemente que tú eres el Mesías, el Hijo de Dios, el que tenía que venir al mundo.


EXPLICACIÓN.

19-27. Betania es el lugar figurado de la comunidad de Jesús y se ha colocado hasta ahora más allá del Jordán (1,28; 10,40); esta otra Betania, sin embargo, está muy cerca de Jerusalén (18); la comunidad representada por los tres hermanos se encuentra dentro del territorio de Israel, es decir, aunque ha dado la adhesión a Jesús, no ha roto con la institución y modo de pensar judíos; de ahí nacen las falsas concepciones sobre la muerte y la resurrección y sobre la obra del Mesías.

Los judíos presentes en Betania (19) pertenecen a la institución enemiga de Jesús; sin embargo, dan muestras de amistad a esta comunidad de discípulos; no han visto en ellos una ruptura semejante a la de su Maestro.

El movimiento de Marta, cuyas creencias representan a las de la comunidad, responde al acercamiento de Jesús (20) que llega, aunque él no entra en la casa donde se expresa la solidaridad con la muerte. La frase de Marta (21) insinúa un reproche; ella cree que la muerte de su hermano ha interrumpido su vida. Esperaba una curación, sin darse cuenta de que la vida que Jesús les ha comunicado ha curado ya el mal radical del hombre: su esclavitud a la muerte. Primera de las cosas que sabe Marta (22; cf. 24), ambas por debajo del nivel de fe propio del discípulo: ve en Jesús un mediador infalible ante Dios, no comprende que Jesús y el Padre son uno (10,30) y que las obras de Jesús son las del Padre (10, 32.37). Espera una intervención taumatúrgica de Jesús, como la del profeta Eliseo (2 Re 4,8ss).

Jesús responde restituyendo la esperanza (23): la muerte de Lázaro no es definitiva; no atribuye la resurrección a una nueva acción suya personal, pues significa la persistencia de la vida comunicada con el Espíritu que efundirá en su muerte (6,39s). Marta interpreta las palabras de Jesús según la creencia farisea (24). Las palabras de Marta delatan una decepción (ya sé); ha oído lo mismo muchas veces. Para ella, como para los judíos, el último día está lejos; no comprende la novedad de Jesús.

Jesús no viene a suprimir o retrasar indefinidamente la muerte física, sino a comunicar la vida que él mismo posee y de la que dispone (5,26), su mismo Espíritu. En la frase de Jesús (25: yo soy la resurrección y la vida) el primer término depende del segundo: es la resurrección por ser la vida (14,6). La vida que él comunica, al encontrarse con la muerte, la supera; a esto se llama resurrección; no está reglada a un futuro, porque Jesús, que es la vida, está presente.

Para que la realidad de vida invencible que es Jesús llegue al hombre se requiere la adhesión, a la que él responde con el don del Espíritu, nuevo nacimiento a una vida nueva y permanente (3,3s; cf. 5,24). Expone Jesús (26) el principio que funda la afirmación anterior (cf. 8,51): para el discípulo, la muerte física no tiene realidad de muerte; la muerte, de hecho, no existe. Ésta es la fe que Jesús espera de Marta (¿Crees esto?). Marta responde con la perfecta profesión de fe cristiana (20,31); ya no es el Profeta (6,14), sino el Hijo de Dios, igual al Padre.

SÍNTESIS.

Se inaugura la etapa última y definitiva de la creación: para el que ha recibido el Espíritu de Dios no hay interrupción de vida, la muerte es sólo una necesidad física.

LUCAS.

38 Mientras iban de camino entró también él en una aldea, y una mujer de nombre Marta lo recibió en su casa.
39 Esta tenía una hermana llamada María, que se sentó a los pies del Señor para escuchar sus palabras.
40 Marta, en cambio, se dispersaba en múltiples tareas. Se le plantó delante y le dijo:
- Señor, ¿no se te da nada de que mi hermana me deje sola con el servicio? Dile que me eche una mano.
41 Pero el Señor le contestó:
- Marta, Marta, andas preocupada e inquieta con tantas cosas:
42 sólo una es necesaria. Sí, María ha escogido la parte mejor, y ésa no se le quitará.


EXPLICACIÓN.
B. Los dos grupos de seguidores. 38-42. Cambia el escenario: "una aldea" (reducto cerrado); temática: la verdadera acogida del mensaje. Paralelo con la "aldea" samaritana de 9,52 (38: también él entró en una aldea). En la escena no aparecen los discípulos. La doble mención de el Señor (39.40) saca a esta perícopa del plano histórico para ponerla en el paradigmático, mirando a las comunidades del tiempo de Lc.

Dos hermanas, figuras de los dos grupos de discípulos: Marta, de los que proceden del judaísmo/los Doce (9,1); María, de los Setenta (10,1). Marta, la comunidad judeocreyente, recibe a Jesús, pero sin aprender de él (38); María, la comunidad samaritana o no judía, queda en segundo plano, pero es la que le da plena acogida. A los pies del Señor (39), alusión a la pecadora (7,38.44-46).

Marta quiere arrastrar a su hermana a su dispersa actividad sin mensaje, inútil (múltiples tareas = observancia legal); el deseo de Marta corresponde al expresado antes por Juan en nombre de los Doce: imponer su modo de seguimiento a los que no pertenecen a ese grupo (9,49s) (40). Preocupaciones que ahogan el mensaje (8,14) (41). Una sola cosa (42: cf. 12,31; 18,22): el reinado de Dios, nueva tierra prometida, es la mejor parte, en comparación con la antigua tierra (Sal 16,5s; 73,26; 119,57; 142,6), el reino de Israel al que aún aspiran los Doce.

Samaría, que por su idolatría había perdido su herencia en Israel encuentra ahora su parte de la herencia en Jesús. El Israel mesiánico, que no escucha el mensaje, quiere conservar como herencia la antigua tierra prometida. Una temática paralela se encuentra en 18,15-17.

LECTURAS DEL DOMINGO 28 DE JULIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. Génesis 18,20-32.

20Después dijo el Señor:
-La denuncia contra Sodoma y Gomorra es seria y su pecado es gravísimo. 21Voy a bajar para averiguar si sus acciones responden realmente a la denuncia. 22Los hombres se volvieron y se dirigieron a Sodoma, mientras el Señor seguía en compañía de Abrahán.
23Entonces Abrahán se acercó y dijo:
-¿De modo que vas a destruir al inocente con el culpable? 24Supongamos que hay en la ciudad cincuenta inocentes, ¿los destruirías en vez de perdonar al lugar en atención a los cincuenta inocentes que hay en él? 25¡Lejos de ti hacer tal cosa! Matar al inocente con el culpable, confundiendo al inocente con el culpable. ¡Lejos de ti! El juez de todo el mundo ¿no hará justicia?
26El Señor respondió:
-Si encuentro en la ciudad de Sodoma cincuenta inocentes, perdonaré a toda la ciudad en atención a ellos.
27Abrahán repuso:
-Me he atrevido a hablar a mi señor, yo que soy polvo y ceniza. 28Supongamos que faltan cinco inocentes para los cincuenta, ¿destruirás por cinco toda la ciudad?
Contestó:
-No la destruiré si encuentro allí los cuarenta y cinco.
29Abrahán insistió:
-Supongamos que se encuentran cuarenta.
Respondió:
-No lo haré en atención a los cuarenta.
30Abrahán siguió:
-Que no se enfade mi señor si insisto. Supongamos que se encuentran treinta.
Respondió:
-No lo haré si encuentro allí treinta.
31Insistió:
-Me he atrevido a hablar a mi señor. Supongamos que se encuentran veinte.
Respondió:
-No la destruiré, en atención a los veinte.
32Abrahán siguió:
-Que no se enfade mi señor si hablo una vez más. Supongamos que se encuentran allí diez.
Respondió:
-En atención a los diez no la destruiré.

Explicación.

18,23-32. Despues del monólogo dramático en voz alta sigue un diálogo en doce movimientos. Caso extraordinario en el estilo bíblico. El diálogo devora la acción. Y el diálogo no empuja la acción, pues al final no sucede nada. Abrahán exagera el respeto para disimular la audacia; pero su audacia supone un alto grado de confianza previamente adquirida.
                El diálogo discute un problema ético y teológico: la suerte de los individuos en la comunidad y de la comunidad en relación con los individuos. Suponiendo que Dios rige la historia ¿cuál es su responsabilidad en los casos de conflicto? ¿Han de ser castigados justos con pecadores? (cfr. Ez 21,8-9). -No es castigo; o es castigo para unos, desgracia para los inocentes. -Pero sin complicidad en la culpa ¿han de compartir los inocentes la pena? (Ez 21,8s). Para salvar a los inocentes ¿no será justo dejar de castigar a los culpables?
               Compárese con las afirmaciones de Éx 34,7 corregida por Dt 7,9s; 24,16. También los textos proféticos de Jr 18,7-10 y Ez 14,12-20.
               En el último supuesto, el defensor va bajando el número y se detiene al llegar a diez. ¿Por qué no sigue? Jeremías rebaja hasta uno: 5,1; también Ez 22,30. Lo sumo será que uno pague por todos: Is 53; 1 Pe 2,22-25; 3,18.

18,25 He aquí la gran cuestión de la teodicea. Véase Sab 12,12-18. Que Dios es justo, también como juez, lo afirman muchos textos: Sal 33,5; 99,4; Job 34,10-13; etc. Hay que notar el tono apasionado de la pregunta: Abrahán rompe a hablar en una explosión de indignación ante la posible y colosal injusticia.
          En forma de alegato de un defensor en un proce3so, Abrahán intercede por su sobrino, y, a través de él, por los vecinos de Sodoma.

SALMO. 138,1-3.6-8.

1Te doy gracias de todo corazón;
frente a los dioses tañeré para ti.
2Me postraré hacia tu santuario,
dando gracias a tu nombre,
por tu lealtad y tu fidelidad;
porque has exaltado hasta el cielo tu promesa.
3Cuando te llamé me respondiste,
has removido el vigor de mi aliento. 
6EI Señor es sublime y se fija en el humilde,
y al soberbio lo trata a distancia.  
7Cuando camino entre peligros, me das vida.
Contra la furia del enemigo extiendes la izquierda
y tu diestra me salva.
8EI Señor me completará sus favores.
Tu lealtad, Señor, es eterna,
no abandones la obra de tus manos. 
Explicación.
138,1 "De todo corazón": la frase convencional suena sincera en una situación de liberación reciente. "Frente a los dioses": no la corte celeste, sino los extranjeros, quizá los de Babilonia: véase Ex 20,3 con otra formulación.
138,2 La primera frase procede del Sal 5,8. El "templo" es centro de orientación y define la posición del orante: 1 Re 8,31. 33.38.44.48. La última frase es dudosa: corrijo como otros "nombre" en "cielos".
138,3 Manteniendo el texto hebreo, Dios incita al hombre internamente y le da fuerza: compárese con Esd 1,5. 
138,6 Es la enseñanza de Is 57,15; Sal 113,5s, y es principio fundamental de la actuación divina. La expresión es paradójica: el Excelso está más cerca del bajo que del alto.
138,8 Este verso es lo mejor del salmo y una de las jaculatorias más bellas del salterio. El primer verbo hebreo significa "completar', llevar a término, y su sinónimo es "no abandonar', no dejar a medio hacer. Entre ambos sinónimos, sustentándolos, se establece la "misericordia eterna" del Señor. Si es eterna, no puede fallar, hará su tarea hasta el final. Lo ya hecho es garantía de lo que falta.

Trasposición cristiana.
El último verso tiene una aplicación egregia a la vida cristiana: tensa entre una salvación otorgada y una salvación por culminar. Muy semejante suena Flp 1,6.
 
SEGUNDA LECTURA. Colosenses 2,12-14.


12éste os asoció a su resurrección por la fe en la fuerza de Dios que lo resucitó a él de la muerte. 13También a vosotros, muertos como estabais por vuestros delitos y por no extirpar vuestros bajos instintos, Dios os dio vida con él, cuando nos perdonó a nosotros todos nuestros delitos, 14cancelando el recibo que nos pasaban los preceptos de la Ley; éste nos era contrario, pero Dios lo quitó de en medio calvándolo en la cruz.

Explicación.

Sólo él libra de la tiranía de los bajos instintos (verdadera circuncisión, nuevo indicio del carácter judaizante de los sincretistas; no hecha por hombres puede referirse al don del Espíritu, cf. Gál 5,6) (11); el bautismo asocia a su muerte y a su resurrección, haciendo participar de la vida de Jesús (Rom 6,3-11) (12). Por su medio Dios dio vida otorgando un perdón general (cf. Rom 1,16-17) (13). Al ser clavado el Mesías en la cruz, también la exigencia que era la Ley quedó clavada en ella (crucificada como un criminal). Es decir, al dar sentencia contra Jesús, la Ley quedó descalificada; al dar Dios la razón a Jesús, la condenó a ella (14).

EVANGELIO. Lucas 11,1-13.

1 Una vez estaba él orando en cierto lugar; al terminar, uno de sus discípulos le pidió:
- Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos.
2 Él les dijo:
- Cuando oréis, decid:
" Padre,
proclámese ese nombre tuyo,
llegue tu reinado,
3 nuestro pan del mañana dánoslo cada día
4 y perdónanos nuestros pecados,
que también nosotros perdonamos a todo deudor nuestro,
y no nos dejes ceder a la tentación".


PETICIÓN INSISTENTE.

5 Y añadió:
- Suponed que uno de vosotros tiene un amigo, y que llega a mitad de la noche diciendo: "Amigo, préstame tres panes,
6 que un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle.
7 Y que, desde dentro, el otro responde: "Déjame en paz; la puerta está ya cerrada, los niños y yo estamos acostados: no puedo levantarme a dártelos".
8 Os digo que, si no se levanta a dárselos por ser amigo suyo, al menos por su impertinencia se levantará a darle lo que necesita.
9 Por mi parte, os digo yo: Pedid y se os dará, buscad y encontraréis, llamad y os abrirán;
10 porque todo el que pide recibe, el que busca encuentra, y al que llama le abren.
11 ¿Quién de vosotros que sea padre, si su hijo le pide pescado, en vez de pescado le va a ofrecer una culebra?
12 o, si le pide un huevo, ¿le va a ofrecer un alacrán?
13 Pues si vosotros, aun si sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¡cuánto más el Padre del cielo dará Espíritu Santo a los que se lo piden!


EXPLICACIÓN.

c. La oración. 1-13. Nuevo escenario (en cierto lugar); nueva temática: la oración. Contexto diferente del de Mt 6,9-15. Dos maneras de orar (paralelo en 18,9-14). Los discípulos proponen a Jesús el modelo de Juan Bautista: no comprenden el cambio (cf. 5,33). Jesús les enseña a pedir por los dos intereses principales: por la difusión del reino de Dios (objeto de la misión de la comunidad) (2) y por la comunidad misma (3s) (vse. Mt 6,9-10, teniendo en cuenta la mayor brevedad del texto de Lc). Cada día (3), realidad cotidiana del reinado de Dios en la comunidad.

Necesidad de la petición insistente y confianza en su resultado (paralelo en 18,1-8) (5-13). Según la parábola (5-8), la petición se hace a Dios como a un amigo. La constancia consigue su objetivo, pues la petición repetida va capacitando al hombre para recibir el don (9s). Incomparable amor del Padre. Don por excelencia: el Espíritu Santo (13), comunicación de vida divina que potencia al hombre.

LECTURAS DEL SÁBADO 27 DE JULIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. Éxodo 24,3-8.

3Moisés bajó y refirió al pueblo todo lo que había dicho el Señor, todos sus mandatos, y el pueblo contestó a una:
-Haremos todo lo que dice el Señor.
4Entonces Moises puso por escrito todas las palabras del Señor; madrugó y levantó un altar a la falda del monte y doce estelas por las doce tribus de Israel. 5Mandó a algunos jóvenes israelitas ofrecer los holocaustos y ofrecer novillos como sacrificios de comunión para el Señor. 6Después tomó la mitad de la sangre y la echó en recipientes, y con la otra mitad roció el altar. 7Tomó el documento del pacto y se lo leyó en voz alta al pueblo, el cual respondió:
-Haremos todo lo que mande el Señor y obedeceremos.
8Moisés tomó el resto de la sangre y roción con ella al pueblo, diciendo:
-Esta es la sangre del pacto que el Señor hace con vosotros a tenero de estas cláusulas.

Explicación.

24,3-8 Rito central. Moisés comunica al pueblo "todas las palabras del Señor" (¿Decálogo?) y los preceptos (¿código?), y el pueblo acepta. Después "todas las palabras" son escritas en el documento o protocolo de la alianza, que confiere validez y se conserva para el futuro; la lectura se retrasa. Las doce estelas (quizá en círculo, como un cromlech; compárese con Jos 4,20) representan a las tribus, mientras que el altar (quizá en el centro) representa al Señor. Unos jóvenes -todavía no funciona el cuerpo levítico- ofrecen holocaustos y sacrificios de comunión (Sal 50,5). La víctima ofrecida se consagra; su sangre, que es su vida, es ahora sagrada. Al ser repartida entre Dios y el pueblo (cfr. Heb 9,18-19), la sangre une en vínculo sagrado a las dos partes; es el signo o sacramento de la alianza. Antes de la aspersión del pueblo se procede a la lectura o proclamación del protocolo, y el pueblo por tercera vez acepta (cfr. 19,8). La nueva alianza recogerá parte de estos ritos y de sus términos: Mt 26,27; Mc 14,24; Lc 22,20; 1 Cor 11,23-25; cfr, Heb 9,18-20.

SALMO. 50,1-2.5-6.14-15.

1El Dios de dioses, el Señor habla:
convoca la tierra de oriente a occidente.
2Desde Sión, dechado de belleza,
Dios resplandece; 
 5«Congregadme a mis vasallos
que sellaron mi pacto con un sacrificio».
6proclame el cielo su inocencia:
Dios en persona viene al juicio. 
14Sacrifica a Dios tu confesión;
después cumple tus votos al Altísimo;
15invócame en el peligro, te libraré
y tú me darás gloria. 
Explicación.
 
50,1. Nombre y título: véase Jos 22,22. "La tierra" entera como público universal de un pleito particular.

50,2 "Dechado de belleza" por el templo que la preside: Lam 2,15; Ez 24,21; cfr. Ex 24,10. 
50,5 "Vasallos" ligados por deber de lealtad en virtud del pacto: compárese con Dt 7,12; 1 Re 8,23. Por el rito, el pacto es sacrosanto.

50,6 "Inocencia" pronunciada por adelantado, como en 1 Sm 12; o bien su justicia y legitimidad en el proceso que comienza.  
50,14a Frase clave. El término toda puede significar acción de gracias (de hwdh) o confesión del pecado (de htwdh). El contexto decide, y el contexto presente es unívoco. El mismo significado tiene en Jos 7,19; Esd 10,11 (véase el contexto). El verbo "sacrifica" sustituye al normal "da", como diciendo: ya que el hombre se empeña, que sacrifique ... su confesión.

50,14b-15 Después podrá cumplir un voto pendiente y reanudar el ritmo de súplica - liberación - alabanza. 
  
EVANGELIO. Mateo 13,24-30.

24 Les propuso otra parábola:
                   - Se parece el reino de Dios a un hombre que sembró semilla buena en su campo;
25 mientras todos dormían llegó su enemigo, sembró cizaña entre el trigo y se marchó.
                  26 Cuando brotaron los tallos y se formó la espiga apareció también la cizaña.
27 Los obreros fueron a decirle al propietario:
                  - Señor, ¿no sembraste en tu campo semilla buena? ¿Cómo resulta entonces que sale cizaña?
                 28 Él les declaró:
                 - Es obra de un enemigo.
                 Los obreros preguntaron:
                 - ¿Quieres que vayamos a escardarla?
                 29 Respondió él:
                 - No, por si acaso al escardar la cizaña arrancáis con ella el trigo.
30 Dejadlos crecer juntos hasta la siega. Al tiempo de la siega diré a los segadores: Entresacad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla; el trigo, almacenadlo en mi granero.

EXPLICACIÓN.

24 - 30.        Se dirige de nuevo a las multitudes (cf. 13,34). Trata ahora del reino de Dios. Las malas hierbas, no espontáneas, sino obra de un enemigo, cuando la comunidad no está comprometida (todos dormían; cf. 25,5; 26,40). Imposible eliminar lo malo sin daño de lo bueno. No hay juicio inmediato y definitivo (cf. 3,12).

LECTURAS DEL VIERNES 26 DE JULIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. Eclesiástico 44,1.10-15.

            1Voy a hacer el elogio de los hombres de bien,
            de la serie de nuestros antepasados: 

10No así los hombres de bien:
su esperanza no se acabó,
 
11 sus bienes perduran en su descendencia,
su heredad pasa de hijos a nietos.
12Sus hijos siguen fieles a la alianza,
y también sus nietos, gracias a ellos.
13Su recuerdo dura por siempre,
su caridad no se olvidará.
14SepuItados sus cuerpos en paz,
vive su fama por generaciones;
15el pueblo cuenta su sabiduría,
            la asamblea pregona su alabanza. 

Explicación. 

44,1-15 Una introducción general prepara el desfile histórico. El autor piensa probablemente en personajes concretos: en Salomón y Ezequías, los soberanos, en Elías, el vidente, en José, el príncipe, en Isaías, el consejero, en David y Asaf, los compositores, en Salomón y los empleados de Ezequías, los poetas, etcétera. La enumeración genérica quiere abarcar otras figuras. La división estrófica es hipotética.

44,1 El término "de bien" es el clásico hsd: hombres que han recibido de Dios la bondad o misericordia, y la ejercitan con los demás. Lo cual significa ya una selección en la mente del autor: bienhechores. Además los considera en su categoría de "antepasados", con fuerte expresión de continuidad y pertenencia: casi tradición biológica. 

 44,10-15 Repite la fórmula del verso primero. La continuidad de las generaciones y la del recuerdo forman la tradición de Israel. El recuerdo hace presentes y actuales los antepasados, como los descendientes hacen presente una estirpe. El recuerdo está ligado a la caridad, según la convicción del autor, Eclo 40,17; Sal 112: es la práctica de la "misericordia" que encabeza el fragmento. Pero el hombre no sobrevive, sólo perdura su fama: compárese con Eclo 39,9-11.



SALMO. 132,11.13-14.17-18

11EI Señor juró a David
una promesa que no retractará:
«Un fruto de tus entrañas
colocaré en tu trono. 
13EI Señor ha elegido a Sión,
la quiere como residencia suya:
14«Éste es mi descanso para siempre,
aquí  habitaré, porque la quiero.  
17Haré brotar un cuerno a David,
preparo una lámpara para mi Ungido.
18Vestiré de ignominia a sus enemigos;
sobre él florecerá su diadema».
 Explicación.
 
132,11 a El verso es enfático. En tiempo del Cronista es una magnífica profesión de fe y esperanza.
132,11 b-12 El primero en singular sin condiciones. El segundo en plural y condicionado: Sal 89,29-38. 
 132,13 Elección de Sión: Sal 68,17; 87,2. 
 
132,17 -18 Los verbos "brotar, florecer” vienen del campo vegetal. Tanto el cuerno como la lámpara parecen designar al sucesor.

Trasposición cristiana.
Éste es uno de los salmos mesiánicos clásicos: se incorpora a la serie de 2, 45, 72, 110. El NT lo cita en Hch 2,29 y 7,45-47. El cristiano como morada del
Padre y del Hijo: Jn 14,23. Los Padres han referido el v. 8 a la resurrección y ascensión de Jesucristo.
 

EVANGELIO. Mateo 13,16-17

16 ¡Dichosos, en cambio, vuestros ojos porque ven y vuestros oídos porque oyen!
17 Pues os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros, y no lo vieron, y oír lo que oís vosotros, y no lo oyeron.

EXPLICACIÓN.

 Los discípulos deben saber apreciar su circunstancia (16).

LECTURAS DEL JUEVES 25 DE JULIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. 2 Corintios 4,7-15.

7Pero este tesoro lo llevamos en vasijas de barro, para que se vea que esa fuerza tan extraordinaria es de Dios y no viene de nosotros. 8Nos aprietan por todos lados, pero no nos aplasta; 9estamos apurados, pero no desesperados; acosados, pero no abandonados; 10nos derriban, pero no nos rematan; paseamos continuamente en nuestro cuerpo el suplicio de Jesús, para que también la vida de Jesús se transparente en nuestro cuerpo; 11es decir, que a nosotros que tenemos la vida, continuamente nos entregan a la muerte por causa de Jesús, para que también la vdia de Jesús se transparente en nuestra carne mortal. 12Así la muerte actúa en nosotros y la vida en nosotros.
                 13Sin embargo, poseyendo el mismo espíritu de fe que se expresa en aquel texto de la Escritura: "Creo, por eso hablo" (Sal 116,10), también creemos nosotros y por eso hablamos, 14sabiendo que aquel que resucitó a Jesús nos resucitará también a nosotros con Jesús y nos colocará con nosotros a su lado. 15Y todo esto es por vosotros, de suerte que, al extenderse la gracia a más y más gente, multiplique la acción de gracias para gloria de Dios.

Explicación.

    Son precisamente las tribulaciones y persecuciones que sufre, y que muestran su debilidad, las que prueban que Dios está con él. Vasijas de barro, posible alusión a Gn 2,7 (cf. Rom 9,21-23; 1 Cor 15,47) (7). Situaciones extremas que no logran impedir su actividad; es más, cuanto mayor es la persecución (el suplicio de Jesús), más efectiva es en él la vida de Jesús (8-11). La entrega a la muerte por amor es la que manifiesta y comunica la potencia de la vida (12).

               Cita de Sal 116,10 (LXX). La fe, que incluye la certeza de la resurrección, da fuerzas para proclamar el mensaje, a pesar de la oposición. Esta certeza es propia de todo cristiano, no sólo del apóstol (14). Las penalidades se aceptan para que los hombres conozcan la generosidad de Dios y lo alaben por ella (13-15).
 


SALMO. 126,1-6.

1Cuando cambió el Señor la suerte de Sión,
creíamos soñar;
2se nos llenaba de risas la boca,
la lengua de júbilo.
Hasta los paganos comentaban:
«El Señor ha estado grande con ellos».
3-EI Señor ha estado grande con nosotros,
y celebramos fiesta.
4Cambia, Señor, nuestra suerte,
como los cauces del Negueb.
5Los que siembran con lágrimas
cosechan con júbilo.
6AI ir iba llorando
llevando la bolsa de semilla;
al volver vuelve cantando
llevando sus gavillas.
126 Género y situación. Acción de gracias por una restauración y petición para que se complete. En la mayoría de los textos en que aparece la fórmula "cambiar la suerte", se refiere a la vuelta del destierro de Babilonia: Dt 30,3; ocho veces en el bloque Jr 29,14-33,26. Parece bastante probable que el salmo expresa el gozo por la vuelta del destierro en la primera repatriación, o en tiempo de Nehemías.
El gozo y el sueño. Tan grande es el gozo, que les parece un sueño. ¿Es pesimismo?: en la vida las dichas son sueño. ¿Es cautela?: por si acaso, no entregarse al gozo.
¿Realistas o soñadores? El salmo confiesa entre líneas que los soñadores tenían razón: como Isaías Segundo, como cuantos preparan los grandes cambios de la suerte.
Dos imágenes. a) Una lluvia torrencial puede llenar los cauces de torrentes y fertilizar algunas zonas de páramos (Job 38,25-27). Del mismo modo se llenarán los cauces de Judá con las corrientes de nuevos repatriados. b) Había años en que los labradores tenían que quitarse el pan de la boca para reservar simiente. Sembrar, aparte la fatiga del trabajo, era pasar hambre; pero no era estéril. Así la marcha al destierro, vista desde el retorno, no aparece estéril: fue siembra costosa para una cosecha gozosa. La palabra hebrea significa semilla vegetal y estirpe humana: Is 65,9; Jr 31,27; Os 2,25. 
126,1-2a Forma pareja con el 124 como faceta complementaria.
126,2b Los paganos han sido testigos de la acción del Señor a favor de su pueblo: Sal 98,2; Is 52,1.
126,5 Puede compararse con Is 9,2; Sal 4,8.
126,6 Léase Bar 5,5-6.9.

Trasposición cristiana.
 La resurrección de Cristo es el inaudito cambio de la suerte; tanto que los apóstoles, al ser testigos de ella, no acababan de creerlo. Su cuerpo muerto ha sido la semilla fecunda (Jn 12,24). Siembra y cosecha en Jn 4,36-38.
EVANGELIO. Mateo 20,20-28.

PETICIÓN DE LOS ZEBEDEOS.                  

20 Entonces se acercó a Jesús la madre de los Zebedeos con sus hijos para rendirle homenaje y pedirle algo.
21 Él le preguntó:
                   - ¿Qué deseas?
                   Contestó ella:
                   - Dispón que cuando tú reines estos dos hijos míos se sienten uno a tu derecha y el otro a tu izquierda.
                  22 Pero Jesús replicó:
                  - No sabéis lo que pedís: ¿sois capaces de pasar el trago que voy a pasar yo?
                  Le contestaron:
                  - Sï, lo somos.
                  23 Él les dijo:
                  - Mi trago lo pasaréis, pero el sentarse a mi derecha o a mi izquierda no está en mi mano concederlo más que a aquellos a los que mi Padre se lo tenga preparado.
                  24 Los otros diez, que lo habían oído, se indignaron contra los dos hermanos.

INSTRUCCIÓN.

                  25 Jesús los reunió y les dijo:
                  - Sabéis que los jefes de las naciones las dominan y que los grandes les imponen su autoridad.
26 No será así entre vosotros; al contrario, el que quiera hacerse grande sea servidor vuestro
27 y el que quiera ser primero sea siervo vuestro.
28 Igual que el Hombre no ha venido para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos.

Explicación.

 
Tríptico: 20,20-34; 20,25-28; 20,29-34. La primera y la tercera unidad se corresponden, pues los dos ciegos son figura de los dos hermanos y, en general, de todos los discípulos. Unidad central, instrucción de Jesús: opone el dominio que se ejerce en la sociedad civil al servicio que debe practicarse en la comunidad.

                     La petición de la madre es la de los discípulos (22). Estos no pierden la esperanza de ver a Jesús como monarca y ambicionan los primeros puestos (21). Para participar de la verdadera realeza de Jesús hay que asociarse a su pasión y muerte (27,37). Pasar el trago, lit. "beber la copa", locución semítica que denota una prueba dolorosa (Is 51,17; Lam 4,21). "La copa" vuelve a aparecer en Getsemaní (26,39) y la ofrecerá Jesús a los suyos en la cena (26,27). Dispuestos a todo para lograr su propósito (22). Pasar por la misma prueba es parte del compromiso que hace el discípulo para seguir a Jesús (16,24). Quiénes son los primeros en el seguimiento lo conoce sólo el Padre (23). La mención de dos (21) y de diez (24) recuerda el cisma de Israel (1 Re 12).

                     Instrucción (25-28). El dominio y la tiranía son propios de los que no conocen a Dios (25; cf. 1 Sm 8,5). En la comunidad de Jesús, la grandeza o la primacía no derivan del dominio, sino del servicio (26s). Misión del Hombre (Jesús y los suyos): en la comunidad, ser servidor, no tener servidores; con la humanidad (todos), procurar su liberación del antiguo pueblo para legar a la tierra prometida, pero no con la violencia guerrera, sino con un amor dispuesto a dar la vida.

LECTURAS DEL MIÉRCOLES 24 DE JULIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. Éxodo 16,1-5.9-15

1Toda la comunidad de Israel partió de Elim y llegó al desierto de Sin*, entre Elim y Sinaí, el día quince del segundo mes después de salir de Egipto. 2La comunidad de los israelitas protestó contra Moisés y Aaraón en el desierto, 3diciendo:
-¡Ojalá hubiéramos muerto a manos del Señor en Egipto, cuando nos sentábamos junto a la olla de carne y comíamos pan hasta hartarnos! Nos habéis sacado a este desierto para matar de hambre a toda esta comunidad.
4El Señor dijo a Moisés:
-Yo os haré llover pan del cielo: que el pueblo salga a recoger la ración de cada día; lo pondré a prueba, a ver si guarda mi ley o no. 5El día sexto prepararán lo que hayan recogido, y será el doble de lo que recogan a diario.
9Moisés dijo a Aaron:
-Di a la asamblea de los israelitas: Acercaos al Señor, que ha escuchado vuestras protestas.
10Mientras Aarón hablaba a la asamblea, ellos se volvieron hacia el desierto y vieron la gloria del Señor, que aparecía en una nube.
11El Señor dijo a Moisés:
12-He oído las protestas de los israelitas. Diles: Hacia el crepúsculo comeréis carne, por las mañanas os saciaréis de pan, para que sepáis que yo soy el Señor, vuestro Dios.
13Por la tarde, una bandada de codornices cubrió todo el campamento; por la mañana había una capa de rocío alrededor del campamento. 14Cuando se evaporó la capa de rocío, apareció en la superficie del desierto un polvo fino parecido a la escarcha. 15Al verlo, los israelitas preguntaron:
-¿Qué es esto*?
Pues no sabían lo que era.

Explicación.

16,1 Se atribuye al autor Sacerdotal la preocupación por la topografía y cronología. * = El Espino.

16,2-3 La protesta pertenece a un esquema que se repetirá con variaciones. El primer elemento es un juicio comparativo: era mejor la esclavitud en Egipto, incluso con muerte repentina. El segundo elemento es una acusación que deforma, invierte el sentido de la salida, afirma que es para morir.

16,4-5 Se supone una súplica precedente de Moisés a la que responde el oráculo del Señor. El oráculo tiene algo de resumen programático: el hecho en su aspecto trascendente "llueve del cielo", su función como "prueba del pueblo", la modalidad relacionada con el sábado. No menciona las codornices.

16,9-12 Aquí se aprecia más el desorden del relato. Los versos 9-10 son litúrgicos: acercarse al Señor, cómo entrar por el templo y acercarse al santuario, aparición de la gloria como momento culminante, la nube de incienso.

16,13-14 Cumplimiento del anuncio del v.8

16,15 * = man hû.

SALMO. 78,18-19.23-28

18Tentaron a Dios en el corazón
pidiendo una comida para su apetito.
19Hablaron contra Dios, dijeron:
¿podrá Dios poner la mesa en el desierto? 
23Dio orden arriba a las nubes
y abrió las compuertas del cielo;
24hizo que les lloviese maná para comer
y les sirvió un trigo celeste.
25Un pan de héroes comió el hombre,
les mandó provisiones hasta la hartura.
26Transportó por el cielo el viento de levante
y guió el viento sur con su fuerza.
27Hizo que les lloviese carne como una polvareda,
y volátiles como arena de la playa.
28Los hizo caer en medio del campamento,
alrededor de sus moradas. 
Explicación.
78,17-20 Sin respetar el orden de Ex y Nm, el paso de la bebida a la comida se realiza en un acto de rebelión y desafío. Está en juego el alcance del poder de Dios. "Poner la mesa" es frase escogida que se lee en Sal 23,5; Prov 9,2; Is 21 ,5; 65,11 ."Pan y carne" en una relación de paralelismo, diversa de Nm 11, más cerca del menú de Elías: 1 Re 17,7.  
 78,21-31 Este episodio hay que leerlo en marcado en una inclusión de cólera divina. Es la respuesta al desafío: -A que no puedes. -Va verás si puedo, y verás las consecuencias. El dominio de Dios se ejerce en el reino de los meteoros, el cielo, las nubes y los vientos. Normalmente Dios envía desde el cielo la lluvia, que fertiliza la tierra, que produce comida para el hombre (Dt 11,11 s; Sal 65,10; 85,13; Is 55,10). Ahora se salta las etapas y hace llover directamente la comida confeccionada. Los vientos, servidores de Dios (Sal 104,4), incluso el temido levantino, se hacen portadores de carne sabrosa y abundante. La "polvareda" del v. 27 puede hacer pensar en el terrible simún, esta vez benéfico. Pero, en el pecado la penitencia: la avidez convierte el beneficio en maleficio. Los más "robustos" o gordos; la "flor" son los mozos.
 EVANGELIO. Mateo 13,1-9
   1 Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar.
2 Se congregaron alrededor de él grandes multitudes; él entonces se subió a una barca y se quedó sentado allí; toda la multitud se quedó en la playa.
3 Les habló de muchas cosas en parábolas:
                      - Salió el sembrador a sembrar.
4 Al sembrar, unos granos cayeron junto al camino; vinieron los pájaros y se los comieron.
5 Otros cayeron en terreno rocoso, donde apenas tenían tierra; como la tierra no era profunda, brotaron en seguida;
6 pero en cuanto salió el sol se abrasaron y, por falta de raíz, se secaron.
7 Otros cayeron entre zarzas; las zarzas crecieron y los ahogaron.
8 Otros cayeron en tierra buena y fueron dando fruto: unos, ciento; otros, sesenta; otros treinta.
9 ¡Quien tenga oídos, que escuche!

EXPLICACIÓN.

1 - 9.           Mt relaciona el discurso con los episodios anteriores (aquel día). La casa, el círculo de los discípulos. El lago/mar, frontera con los pueblos paganos (4,18). Jesús se sitúa en la barca, entre Israel y los paganos.

LECTURAS DEL MARTES 23 DE JULIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. Éxodo 14,21:15,1

14 21Moisés extendió la mano sobre el mar, el Señor hizo retirarse al mar con un fuerte viento de levante que sopló toda la noche; el mar quedó seco y las aguas se dividieron en dos. 22Los israelitas entraron por el mar a pie enjuto, y las aguas les hacían de muralla a la derecha e izquierda. 23Los egipcios, persiguiéndolos, entraron detrás de ellos por el mar, con los caballos del Faraón, sus carros y jinetes.
24De madrugada, miró el Señor desde la columna de fuego y de nubes y desbarató el ejército egipcio. 25Trabó las ruegas de los carros, haciéndolos avanzar pesadamente. Los egipcios dijeron:
-Huyamos de los israelitas, porque el Señor combate por ellos.
26Pero Dios dijo a Moisés:
-Tiene tu mano sobre el mar, y las aguas se volverán contra los egipcios, sus carros y sus jinetes.
27Moisés tendió su mano sobre el mar: al despuntar el día el mar recobró su estado ordinario, los egipcios en fuga dieron en él, y el Señor arrojó a los egipcios en medio del mar. 28Las aguas, al reunirse, cubrieron carros, jinetes y todo el ejército del Faraón que había entrado en el mar en seguimiento de Israel, y no escapó uno solo. 29Pero los israelitas pasaron a pie enjuto por el mar, mientras las aguas les hacían de muralla a derecha e izquierda.
30Aquel día libró el Señor a los israelitas de los egipcios, y los israelitas vieron los cadáveres de los egipcios a la orilla del mar. 31Los israelitas vieron la mano de Dios magnífica y lo que hizo a los egipcios, temieron al Señor y se fiaron del Señor y de Moisés, su siervo.

15 1Entonces Moisés y los israelitas cantaron este canto al Señor:
"Cantaré al Señor,
sublime es su victoria,
caballos y jinetes
ha arrojado en el mar.

Explicación.

14,21-22 En la oscuridad y el silencio de la noche pelean dos elementos cósmicos: el mar hostil, devorador y el viento al servicio de Dios (Sal 104,4). Como en un nuevo Génesis, como al final del diluvio, el agua se retira y la tierra aparece en medio de ella. El agua hostil se transforma en muralla protectora, en pasillo seguro hacia la luz de la mañana. Derecha e izquierda significan también sur y norte, y se prestan a una reflexión simbólica.

14,23 Sab 10,18s.

14,24 Se menciona un elemento que faltaba, el fuego. El momento es la tercera vela en que se divide de ordinario la noche. La salvación llega por la mañana (Sal 17,15; 57).

14,26 Nuevo mandato, sin anuncio, y ejecución inmediata. Como las aguas, el desenlace se precipita.

14,30-31 Muerte y vida con libertad es el final del juicio de separación. Los israelitas son testigos y por ello cambian de actitud interna. El miedo de antes se transforma en "respeto" reverencial (la misma palabra hebrea) y la desconfianza se cambia en fe. Es casi un nacimiento del pueblo.

14,30 Is 37,36.

15,1-2 "Jinetes" o aurigas. Los antiguos egipcios usaban carros ligeros, no cabalgaban; pero el autor del poema quizá no conocía este dato. "Poder": por coherencia de una probable hendíadis, o música. El Señor en la forma apocopada Yah. "mi padre": sería Jacob, padre de las tribus.

SALMO. Éxodo 15,8-10.12.17

8Al soplo de tu nariz
se amontonaron las aguas,
las corrientes se alzaron
como un dique,
las olas se cuajaron en el mar.
9Decía el enemigo:
"Los perseguiré y alcanzaré,
repartiré el botín,
se saciará mi codicia,
desenvainaré la espada,
los agarrará mi mano".
10Pero sopló tu aliento
y los cubrió el mar,
se hundieron como plomo
en las aguas formidables.
12Extendiste tu diestra:
se los tragó la tierra,
17Lo introduces y lo plantas
en el monte de tu heredad,
lugar del que hiciste
tu trono, Señor;
que fundaron tus manos.

Explicación.

15,8 "En el mar": o en alta mar, según expresión hebrea (Ez 27).

15,9 Seis verbos de acción en tres hemistiquios expresan la decisión y confianza de los egipcios. A la derrota sigue normalmente el saqueo del vencido. La espada mata, la mano agarra prisioneros como esclavos.

15,10 El aliento de Dios sopla en forma de viento (14,21); compárese con el final del diluvio (Gn 8,1).

15,12 Is 43,16s.

15,17 El pueblo ha sido "rescatado y comprado" como un esclavo para recobrar la libertad (Sal 74,2). El monte parece ser el territorio cananeo visto en su configuración montañosa y en su dedicación al Señor (cfr. la profanación de Sal 106,38); otros piensan que alude ya a Sión, monte del templo. La tierra es heredad, trono (Jr 17,12; Ez 43,7), santuario. 

EVANGELIO. Mateo 12,46-50

 46 Todavía estaba Jesús hablando a las multitudes cuando su madre y sus hermanos se presentaron fuera, tratando de hablar con él.
47 Uno se lo avisó:
                   - Oye, tu madre y tus hermanos están ahí fuera y quieren hablar contigo.
                  48 Pero él contestó al que le avisaba:
                  - ¿Quién es mi madre y quiénes son mis hermanos?
                  49 Y señalando con la mano a sus discípulos, dijo:
                  - Aquí están mi madre y mis hermanos.
50 Porque cualquiera que lleva a efecto el designio de mi Padre del cielo, ése es hermano mío y hermana y madre.

EXPLICACIÓN.

46 - 50.       Madre y hermanos, sin nombre: representan a Israel, en cuanto origen de Jesús y en cuanto miemros del mismo pueblo, respectivamente. Israel se queda fuera, en vez de acercarse a Jesús. Éste rompe con su vinculación con su pueblo; la nueva familia está abierta a la humanidad entera. La única condición es no quedarse fuera, sino dar la adhesión a Jesús y hacer un compromiso semejante al suyo. Vínculo de amor e intimidad (50).

LECTURAS DEL LUNES 22 DE JULIO DEL 2013.

PRIMERA LECTURA. Éxodo 14,5-18.

5Cuando comunicaron al rey de Egipto que el pueblo había escapado, el Faraón y su corte cambiaron  de parecer sobre el pueblo, y se dijeron: "¿Qué hemos hecho? Hemos dejado marchar a nuestros esclavos israelitas". 6Hizo enganchar un carro y tomó consigo sus tropas: 7seiscientos carros escogidos y los demás carros de Egipto con sus correspondientes oficiales.
8El Señorhizo que el Faraón se empeñase en perseguir a los israelitas, mientras éstos salían ostentosamente.
9Los egipcios los persiguieron con caballos, carros y jinetes, y les dieron alcance mientras acampaban en Fejirot, frente a Baal Safón.
10El Faraón se acercaba, los israelitas alzaron la vista y vieron a los egipcios que avanzaban detrás de ellos, y muertos de miedo gritaron al Señor. 11Y dijeron a Moisés:
-¿No había sepulcros en Egipto? Nos has traído al desierto a morir. ¿Qué nos has hecho sacándonos de Egipto? 12¿No te decíamos ya en Egipto: "Déjanos en paz, y serviremos a los egipcios; más nos vale servir a los egipcios que morir en el desierto"?
13Moisés respondió al pueblo:
-No tengáis miedo; estad firmes y veréis la victoria que el Señor os va a conceder hoy; esos egipcios que estáis viendo hoy, no los volveréis a ver jamás. 14El Señor peleará por vosotros; vosotros esperad en silencio.
15El Señor dijo a Moisés:
16-¿Por qué me gritas? Di a los israelitas que avancen. Tú alza el bastón y extiende la mano sobre el mar, y se abrirá en dos, de modo que los israelitas puedan atraversarlo a pie enjuto.
17Yo haré que el Faraón se empeñe en entrar detrás de vosotros y mostraré mi gloria derrotando al Faraón con su ejército, sus carros y jinetes; 18para que sepa Egipto que yo soy el Señor, cuando muestre mi gloria derrotando al Faraón con sus carros y jinetes.

Explicación.

14,5-9 El cumplimiento del anuncio viene en dos versiones ensambladas. En la primera (5-7) es una reflexión humana del Faraón sobre la imprudencia cometida. La segunda (8-9) toma la perspectiva teológica y, empalmando con 2, coloca a los enemigos en posición cercana.

14,5 Jr 34,11.

14,10-14 La vista inesperada del perseguidor introduce la primera crisis grave después de la huida, preludio de otras semejantes que se sucederán. El grito de auxilio al Señor es todavía oración, eco de los gritos de auxilio en Egipto. Enseguida el miedo provoca la protesta contra Moisés. La libertad es riesgo, se gana y se defiende entre peligros; los israelitas se sienten divididos entre el ansia de libertad y el deseo de seguridad: en medio del riesgo añoran la seguridad de la esclavitud. La queja es amarga y niega el sentido de la liberación: "salir para morir".
                   Moisés responde con la fórmula clásica de un oráculo de salvación. Según un esquema clásico, el pueblo debe mantener la calma y esperar en silencio la intervención de Dios (Is 30,15; Lam 3,26).

14,11 Nm 11,4-6.

14,12 Nm 14,1-4.

14m15-18 La pregunta de Dios supone una pieza que falta: una oración de Moisés como en 5,22-23. Se repite el esquema de mandato y anuncio. La acción avanzará para afrontar el límite extremo del peligro. Allí se mostrará la gloria del Señor.


SALMO. Éxodo 15,1-6.

1Entonces Moisés y los israelitas cantaron este canto al Señor:
                
                  "Cantaré al Señor,
                  sublime es su victoria,
                  caballos y jinetes
                  ha arrojado en el mar.
                2Mi fuerza y mi poder
                 es el Señor,
                 él fue mi salvación.
                 El es mi Dios: yo lo alabaré;
                 el Dios de mi padre:
                 yo lo ensalzaré.
               3El Señor es un guerrero,
                 su nombre es el Señor.
               4Los carros y la tropa del Faraón
                 los lanzó al mar,
                 ahogó en el Mar Rojo
                 a la flor de los capitanes.
               5Las olas los cubrieron,
                 bajaron hasta el fondo 
                 como piedras.
               6Tu diestra, Señor, es fuerte
                 y magnífica;
                 tu diestra, Señor,
                 tritura al enemigo;

Explicación.

15,1-2 "Jinetes" o aurigas. Los antiguos egipcios usaban carros ligeros, no cabalgaban; pero el autor del poema quizá no conocía este dato. "Poder": por coherencia de una probable hendíadis, o música. El Señor en la forma apocopada Yah. "mi padre": sería Jacob, padre de las tribus.


15,3 Al principio del canto Yhwh lleva un título militar; al final lleva el título de Rey: (Sal 24,8; 96,1; 99,1; etc.)

15,4 El canto menciona mar, aguas, olas o corrientes, profundidades: un mar que en el poema tiene algo de oceánico. El Señor lo controla: Is 51,15; Jr 31,35. 

EVANGELIO. Juan 20,1-2.11-18

 1. El primer día de la semana, por la mañana temprano, todavía en tinieblas fue María Magdalena al sepulcro y vio la losa quitada.
2. Fue entonces corriendo a ver a Simón Pedro y también al otro discípulo, el predilecto de Jesús, y les dijo:
- Se han llevado al Señor del Sepulcro y no sabemos dónde lo han puesto.


LA VUELTA DE JESÚS CON LOS SUYOS. La nueva pareja (Jn 20,11-18)

11. María se había quedado junto al sepulcro, fuera, llorando. Sin dejar de sllorar, se asomó al sepulcro
12. y vio dos ángeles vestidos de blanco sentados uno a la cabecera y otro a los pies, en el lugar donde había estado puesto el cuerpo de Jesús.
13. Le preguntaron ellos:
- Mujer, ¿por qué lloras?
Les dijo:
- Se han llevado a mi Señor y no sé donde lo han puesto.
14. Dicho esto, se volvió hacia atrás y vio a Jesús de pie, pero no sabía que era Jesús.
15. Jesús le preguntó:
- Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas?
Ella, pensando que era el hortelano, le dice:
- Señor, si te lo has llevado tú, dime dónde lo has puesto y yo me lo llevaré.
16. Le dice Jesús:
-María.
Volviéndose ella, le dijo en su lengua:
-Rabbuni (que equivale a “Maestro”).
17. Le dijo Jesús:
-Suéltame, que aún no he subido con el Padre para quedarme. En cambio, ve a decirles a mis hermanos: “Subo a mi Padre, que es vuestro Padre, mi Dios y vuestro Dios”.
18. María fue anunciando a los discípulos:
-He visto al Señor en persona, y me ha dicho esto y esto.


Explicación.

1-2. Terminada la creación (19,30) y preparada la verdadera Pascua (19,31-42), comienza sin interrupción el nuevo ciclo: el de la creación nueva y la Pascua definitiva. Prescinde Jn del dato cronológico exacto, para subrayar que el tiempo mesiánico sigue inmediatamente a la muerte de Jesús. “El último día” de la cruz viene representado ahora como el primer día (1), que abre el tiempo nuevo. Por la mañana temprano indica un momento en que ya hay luz (18,28); dato inconciliable con todavía en tinieblas; pero en Jn la tiniebla designa la ideología contraria a la verdad de la vida (1,5; 3,19; 6,17; 12,35). María va al sepulcro creyendo que la muerte ha triunfado; espera encontrar el cadáver de Jesús. Alusión al Cantar 3,1, de la esposa: “lo busqué y no lo encontré”. La losa puesta habría sido el sello de la muerte definitiva (cf. 11,38s.41), pero la historia de Jesús no se ha cerrado.
Alarma de María (2). 

11-18. Jesús había anunciado a los suyos la tristeza por su muerte, pero asegurándoles la brevedad de la prueba y la alegría que les produciría su vuelta (16,16-23a). María, en cambio, llora sin esperanza (xf. 11,33) (11); ha olvidado las palabras de Jesús. No se separa del sepulcro, donde no puede encontrarlo.
Los guardianes del lecho (dos ángeles) (12) son los testigos de la resurrección y están dispuestos a anunciarla. Blanco, color de la gloria divina; su presencia es un anuncio de vida. El vestido y la pregunta de los ángeles (13) muestran que no hay razón para el llanto. Mujer, apelativo usado por Jesús con su madre (2,4 y 19,6), la esposa fiel de Dios en la antigua alianza, y con la samaritana (4,21), la esposa fiel. Los ángeles ven en María a la esposa de la nueva alianza, que busca desolada al esposo, pensando haberlo perdido. Respuesta de María: como la primera vez que llegó al sepulcro (20,2), sigue pensando que todo ha terminado con la muerte.

Mientras siga mirando al sepulcro no encontrará a Jesús. En cuanto se vuelve (14), lo ve de pie, como una persona viva, pero la idea de la muerte la domina y no lo reconoce. La pregunta de Jesús (15) repite en primer lugar la de los ángeles: no hay motivo para llorar. Añade ¿A quién buscáis?, como en el prendimiento (18, 4.7), para darse a conocer. Pero María no pronuncia su nombre. Hortelano: vuelve la idea del huerto/jardín, según el lenguaje del Cantar (19,41). Se prepara el encuentro de la esposa (Mujer) con el esposo (3,29). María, obsesionada con su idea, piensa que la ausencia de Jesús se debe a la acción de otros (si te lo has llevado tú).

Jesús la llama por su nombre (16) y ella reconoce su voz (10,3; cf. Cant 5,2). Se vuelve del todo, sin mirar más al sepulcro, que es el pasado. Al esposo responde la esposa (cf. Jr 33,11; Jn 3,29): se establece la nueva alianza por medio del Mesías. Rabbani, “señor mío”, tratamiento de los maestros, pero también de la mujer dirigiéndose al marido. El lenguaje nupcial expresa la relación de amor y fidelidad que une la comunidad a Jesús; pero este amor se concibe en términos de discipulado, es decir, de seguimiento.
Gesto implícito de María (Cant 3,4: “Encontré el amor de mi alma; lo agarré y ya no lo soltaré”). La alegría del encuentro hace olvidar a María que su respuesta a Jesús ha de ser el amor a los demás. A ese gesto responde Jesús al decirle: Suéltame. Da la razón (aún no he subido, etc.). La fiesta nupcial será el estadio último, cuando la esposa, la humanidad nueva, haya recorrido su camino, el del amor total, y la creación queda perfectamente realizada.

Jesús envía a María con un mensaje para los discípulos, a los que por primera vez llama sus hermanos: amor fraterno, comunidad de iguales. Antes de la subida definitiva de Jesús al Padre (para quedarme), junto con la humanidad nueva, hay otra subida que dará comienzo a la nueva historia. Volverá con los discípulos (14,18). La mención de Padre de Jesús como Padre de los discípulos responde a la promesa de 14,2-3: “En el hogar de mi Padre hay vivienda para muchos, etc”. Jesús sube ahora para dar a los suyos la condición de hijos (mis hermanos), mediante la infusión de su Espíritu (14,16s). Esta experiencia les hará conocer a Dios como Padre (17,3); será su primera experiencia verdadera de Dios. No van a llamar Padre al que conocen como Dios, sino al contrario: llamarán Dios al que experimentan como Padre. No reconocen a otro Dios más que al que ha manifestado en la cruz de Jesús su amor gratuito y generoso por el hombre, comunicándole su propia vida. Es el único Dios verdadero (17,3). La comunidad recibe la noticia de la resurrección de Jesús (18).

SÍNTESIS.

Jn concibe la obra de Jesús como la creación de una humanidad y un mundo nuevos. En paralelo con la pareja primordial, Adán y Eva, aparece en el huerto/jardín la nueva pareja que da origen a la humanidad nueva. La presencia de Jesús en la comunidad no absorbe las energías de ésta, sino que la proyecta hacia fuera, enviándola a la misión.